- - ¿Los animales leen?- preguntó Mario desde el fondo de la clase.
- - No Mario, los animales no son seres racionales- le explicó la profesora.
- - ¿ No? Mi abuela dice que su perro sabe mucho, que sólo le hace falta hablar- señaló el pequeño.
- - Será porque hace cosas fuera de lo normal pero eso no significa que sepa leer- matizó la señorita Pepi.
- - ¡Ah!- exclamó Mario- Mi tía Amparo dice, que mi tío Lolo es un burro pero yo vi uno este verano en el pueblo y no se parece en nada- añadió
- - Eso es una forma de hablar. No significa que sea un burro, sino que hace las cosas como un animal, sin pensar- indicó la profesora
- - Yo puedo aullar como un lobo, ¿ puede ser qué sea uno?- preguntó
- - No Mario, los animales son eso animales, y los humanos somos humanos. Bueno también somos animales, pero racionales. Ellos no pueden hablar, ni leer, ni pensar con lógica- contestó la señorita Pepi algo mareada.
- - ¿No saben pensar? Pues, mi padre dice que los elefantes son los animales más listos del mundo, que tienen mucha memoria y que siempre saben dónde se encuentran sus muertos pero que nosotros no sabemos dónde están y que, así, no se cierran heridas y que mi abuelo es muy viejo para ir buscando la tumba de su padre, qué a saber dónde está.
La señorita Pepi mira
desconcertada a Mario, que enfurruñado exclama:
- - Vaya lío. Yo por si acaso le enseñaré a mi tortuga el abecedario, por si algún día quiere ser un ser racional de esos- concluyó.
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