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No tengas miedo Sofía, yo estaré justo detrás de
ti- me explicó mientras me ayudaba a sentarme en un banco.
Era una mañana gris pero a mi alrededor sólo había color. Las
flores de invierno siempre crecen en los lugares más inhóspitos. Con una
fuerza inexplicable se abren paso entre la nieve que las ahoga, resisten la dureza
de los días sin sol y salpican de vida el suelo yermo que las sostiene.
¿Qué sería de nosotros sin las flores de invierno?
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Ahora Sofía,
grita, grita fuerte por tus derechos- dijo mientras me sujetaba entre
sus brazos.
Para todas las flores de invierno, que hacen que el mundo sea más justo.
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